FOTO: Renato Vásquez | www.alianzalimacorazon.com
Luego que la reserva de Alianza apabullara a la de CNI por 5 goles a 1, el primer equipo aliancista tenía la obligación de ganar y continuar con el espectáculo. Otro factor influyente era la falta de triunfos en 5 partidos tras la victoria en Ayacucho y la presión en el equipo íntimo se notaba.
El partido empezó con un ritmo chato y fue el CNI quien avisó primero con un tiro de larga distancia. Alianza comenzó a tocar el balón por el lado de Coco Bazán, quien creaba mucho peligro con sus avances, pero los delanteros no la tenían muy clara.
Así, el primer tiempo se mantuvo en cero gracias al planteamiento de contragolpes pausados realizado por Marcial Salazar. CNI manejo bien el balón y los blanquiazules creaban pero solo hasta 3/4 de cancha.
Para la segunda mitad Gustavo Costas mandó un equipo con los mismos nombres pero con otra actitud. El dominio aliancista fue total desde el minuto uno, pero la falta de gol de Hernán Peirone parecía frustrarlo cada vez que tenía el balón, aun así, este debe haber sido su mejor actuación desde que llegó.
El partido estaba sentenciado al cero a cero pero una jugada confusa de Roberto Ovelar terminó en un buen gol con definición por encima del portero Jesús Cisneros. Luego del gol sucedió un raro enfrentamiento entre Gustavo Costas y un hincha que lo hostigó todo el partido pero la cosa no llego a mayores. La celebración del paraguayo fue un curioso bailecito dedicado a su hija. Alianza Lima ganó y la hinchada se fue contenta de Matute.
El partido empezó con un ritmo chato y fue el CNI quien avisó primero con un tiro de larga distancia. Alianza comenzó a tocar el balón por el lado de Coco Bazán, quien creaba mucho peligro con sus avances, pero los delanteros no la tenían muy clara.
Así, el primer tiempo se mantuvo en cero gracias al planteamiento de contragolpes pausados realizado por Marcial Salazar. CNI manejo bien el balón y los blanquiazules creaban pero solo hasta 3/4 de cancha.
Para la segunda mitad Gustavo Costas mandó un equipo con los mismos nombres pero con otra actitud. El dominio aliancista fue total desde el minuto uno, pero la falta de gol de Hernán Peirone parecía frustrarlo cada vez que tenía el balón, aun así, este debe haber sido su mejor actuación desde que llegó.
El partido estaba sentenciado al cero a cero pero una jugada confusa de Roberto Ovelar terminó en un buen gol con definición por encima del portero Jesús Cisneros. Luego del gol sucedió un raro enfrentamiento entre Gustavo Costas y un hincha que lo hostigó todo el partido pero la cosa no llego a mayores. La celebración del paraguayo fue un curioso bailecito dedicado a su hija. Alianza Lima ganó y la hinchada se fue contenta de Matute.
TEXTO: Renato Vásquez | www.alianzalimacorazon.com
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